Cuídame
Septiembre, 2025.
Silencio.
—No me maten más.
—¿A quién?
—No me maten más.
—¿Qué?
—Tú me mataste a mí.
—¿Yo?
—Tú me mataste de nuevo.
—No lo quiero hacer. No te quiero matar.
—Tú me mataste de nuevo… No me mates más.
—No te estoy matando.
—Ya… Me mataste de nuevo… No me mates más… No me mates. Yo solita… Tú me mataste… Deja de matarme… ¿Me estás matando?… Me estás matando de nuevo… No me mates de nuevo… Tú me mataste de nuevo… Deja de matarme… Me trajiste a la pieza clara… para matarme… Me fui fuera de Chile y en el avión me mataste. En el avión me mataste. Deja de matarme, por favor… ¿Me escuchas?
—Te escucho, sí.
—Deja de matarme. Me mataste de nuevo. Me diste la ducha helada. Tú me diste la ducha helada. ¡Deja de matarme, por favor!
—Yo no te estoy matando. Yo soy tu nie…
—Ya me mataste.
—No.
—Ya me mataste de nuevo… Me mataste a mí solita… No me maten, por favor.
—Tal vez estás soñando, Marta.
—No… Me siento muy mal.
—¿Sí?
Silencio raro.
—Deja de matarme, por favor. No me mates más, ¿ya?
—Ya.
—¡Me mataste de nuevo! ¡Me mataste de nuevo!
—¿Quieres que me vaya?
—No me mates más, por favor.
—Ya.
Silencio largo.
—Me dejaste a mí solita. Deja de matarme. ¿Me escuchas? Deja de matarme.
Silencio corto.
—Me mataste a mí solita… ¿Serviste la tetera? Me mataste con la tetera hirviendo. No me mates, por favor… ¡Contesta, hueón!
Silencio necesario.
—Me mataron por segunda vez. Y tú me mataste… No me mates más, por favor. ¿Ya? Pero di la verdad… Me mataste a mí solita… Me mataste con la tetera hirviendo. Deja de matarme… Llama a mi enfermera, ¿ya?
—Ya.
Silencio que se interrumpe porque llega la enfermera. La enfermera le dice que no se va a morir, que nadie la va a matar. La enfermera está acostumbrada a esas palabras. Se nota.
Más silencio.
Silencio que habla más que la misma palabra muerte o la misma palabra matar. Es su mensaje principal. Es un silencio vacío. Silencio tedioso. Silencio suspendido. Silencio de cordura. Siempre la mayor cordura es el silencio. Este es un silencio de nada más. De se acabó.
—¿Yayo, eres tú?
—Sí.
—Cuídame, ¿ya?
—Ya.